Hoy VIERNES rezamos con el EVANGELIO DEL DOMINGO

 

NOS SALUDAMOS

¡Buenos días! Comenzamos nuestro día con un momento de serenidad. Nos paramos para mirarnos por
dentro y poner lo que vamos a vivir en manos de Dios.

NOS SERENAMOS

Iniciamos este nuevo curso, este nuevo día, de la mejor manera posible, por ello te proponemos lo siguiente: 
  • Ponte cómodo/a.  Apoya la espalda en el respaldo de la silla, que tus pies toquen el suelo... Lo importante es que estés bien, a gusto...
  • Cierra los ojos. 
  • Realiza tres respiraciones profundas. 
  • Continúa respirando de manera natural, sin esfuerzo. Al inspirar, imagina como penetra el aire en tu interior. Pero imagina que no es solo aire, es Dios, es su presencia. 
  • En cada inspiración, te llenas no solo de aire sino también de Dios. Siente como todo tu interior se colma de la presencia de Dios y te inunda de su amor, su bondad, su serenidad. 

NOS PREPARAMOS PARA LA ORACIÓN

  • Cae en la cuenta de que Dios está contigo, escuchando lo que hoy le quieres decir y esperando que también lo escuches a Él.
  • Estate atento/a  a lo que tiene que decirte, lo que tiene que contarse, seguro que te va a interesar. 
  • Él hoy tiene grandes planes para ti, pero hay que estar atentos/as a sus palabras, a sus gestos o a sus susurros. No te despistes. 
  • Comienza haciendo despacio la señal de la cruz: En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. En el nom del Pare i del Fill i de l'Esperit Sant. Amén. No nome do Pai e do Fillo e do Espírito Santo. Amén. In the name of the Father and of the Son and of the Holy Spirit. Amen. Au Nom du Pére et du FIls et du Saint-Esprit. Amen.

HOY REZAMOS CON EL EVANGELIO

En aquel tiempo, solían acercarse a Jesús todos los publicanos y los pecadores a escucharlo. Y los fariseos y los escribas murmuraban diciendo:
«Ese acoge a los pecadores y come con ellos».
Jesús les dijo esta parábola:
«¿Quién de vosotros si tiene cien ovejas y pierde una de ellas, no deja las noventa y nueve en el desierto y va tras la descarriada, hasta que la encuentra? Y, cuando la encuentra, se la carga sobre los hombros, muy contento; y, al llegar a casa, reúne a los amigos y a los vecinos, y les dice:
“¡Alegraos conmigo!, he encontrado la oveja que se me había perdido”.
Os digo que así también habrá más alegría en el cielo por un solo pecador que se convierta que por noventa y nueve justos que no necesitan convertirse.

También les dijo:
«Un hombre tenía dos hijos; el menor de ellos dijo a su padre:
“Padre, dame la parte que me toca de la fortuna”.
El padre les repartió los bienes.
No muchos días después, el hijo menor, juntando todo lo suyo, se marchó a un país lejano, y allí derrochó su fortuna viviendo perdidamente.
Cuando lo había gastado todo, vino por aquella tierra un hambre terrible, y empezó él a pasar necesidad.
Fue entonces y se contrató con uno de los ciudadanos de aquel país que lo mandó a sus campos a apacentar cerdos. Deseaba saciarse de las algarrobas que comían los cerdos, pero nadie le daba nada.
Recapacitando entonces, se dijo:
«Cuántos jornaleros de mi padre tienen abundancia de pan, mientras yo aquí me muero de hambre. Me levantaré, me pondré en camino adonde está mi padre, y le diré: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti; ya no merezco llamarme hijo tuyo: trátame como a uno de tus jornaleros”.
Se levantó y vino adonde estaba su padre; cuando todavía estaba lejos, su padre lo vio y se le conmovieron las entrañas; y, echando a correr, se le echó al cuello y lo cubrió de besos.
Su hijo le dijo:
“Padre, he pecado contra el cielo y contra ti; ya no merezco llamarme hijo tuyo”.
Pero el padre dijo a sus criados:
“Sacad enseguida la mejor túnica y vestídsela; ponedle un anillo en la mano y sandalias en los pies; traed el ternero cebado y sacrificadlo; comamos y celebremos un banquete, porque este hijo mío estaba muerto y ha revivido; estaba perdido y lo hemos encontrado”.

PALABRA DE DIOS

PENSAMOS

Perdón... Cuánto nos cuesta decir esa sencilla palabra. Qué difícil nos resulta reconocer nuestro error y pedir perdón. Pero Dios, en su infinito amor hacia nosotros, espera paciente a que volvamos a Él. 
¿Por qué y a quién debo pedir perdón hoy?

Cada mañana es una nueva oportunidad de comenzar de nuevo. No la desaproveches. 

NOS DESPEDIMOS

  • Madre Divina Pastora, ruega por nosotros. Mare Divina Pastora, prega per nosaltres. Nai Divina Pastora, roga por nós. Mother Divine Shepherdess, pray for us. Mère Divine Bergère, priez pour nous.
  • San José de Calasanz, san Faustino Míguez y beata Victoria Valverde, rogad por nosotros. Sant Josep de Calasanz, san Faustino Míguez i beata Victoria Valverde, pregueu per nosaltres. San Xosé de Calasanz, san Faustino Míguez e beata Victoria Valverde, rogade por nós. Saint Joseph Calasanz, Saint Faustino Míguez and Blessed Victoria, pray for us. Saint Joseph de Calasanz, Saint Faustino Míguez et Bénis Victoria, priez pour nous.
  • En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. En el nom del Pare i del Fill i de l'Esperit Sant. Amén. No nome do Pai e do Fillo e do Espírito Santo. Amén. In the name of the Father and of the Son and of the Holy Spirit. Amen. Au Nom du Pére et du FIls et du Saint-Esprit. Amen.

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