NOS SALUDAMOS
Guten Morgen !
Se va acercando el final de nuestra semana .... ¡Cómo pasa el
tiempo!
NOS SERENAMOS
Ponte cómoda/o. Apoya la espalda en el respaldo
de la silla, que tus pies toquen el suelo... Lo importante es que estés bien, a
gusto...Cierra los ojos si te ayuda a calmarte.
Toma consciencia de tu cuerpo, de tu
respiración.
Comienza a respirar profundamente, de manera
pausada, lentamente, sin prisas...
Siente cómo el aire entra en tu cuerpo. Cuando tomes aire, piensa: «Gracias por el regalo de la vida» y, cuando lo expulses, deshazte de las sensaciones desagradables que te impiden vivir centrada/o.
NOS PREPARAMOS PARA LA ORACIÓN
Teniendo muy presente nuestro lema: «Es tiempo de
salir» y con el deseo de llevarlo a la práctica a través de pequeños gestos,
comenzamos haciendo despacio la señal de la cruz.
En el
nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. En
el nom del Pare i del Fill i de l'Esperit Sant . Amén. No
nome do Pai e do Fillo e do Espírito Santo. Amén. In the name of the Father and of the Son and of the Holy
Spirit. Amen. Au Nom du Père et du Fils et
du Saint-Esprit. Amen
JESÚS NOS DICE...
“ El que coma de este pan vivirá para siempre ”
Juan 6, 51
HOY REZAMOS CON EL EVANGELIO
En aquel tiempo, dijo Jesús a los judíos:
«Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo; el que coma de este pan vivirá
para siempre. Y el pan que yo daré es mi carne por la vida del mundo».
Disputaban los judíos entre sí:
«Cómo puede este darnos a comer su carne?».
Entonces Jesús les dijo:
«En verdad, en verdad os digo: si no coméis la carne del Hijo del hombre y no
bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros. El que come mi carne y bebe mi
sangre tiene vida eterna, y yo lo resucitaré en el último día.
Mi carne es verdadera comida, y mi sangre es verdadera bebida. El que come mi
carne y bebe mi sangre habita en mí y yo en él. Como el Padre que vive me ha
enviado, y yo vivo por el Padre, así, del mismo modo, el que me come vivirá por
mí.
Este es el pan que ha bajado del cielo: no como el de vuestros padres, que lo comieron
y murieron; el que come este pan vivirá para siempre».
Palabra del Señor
REFLEXIONAMOS
En la solemnidad del Corpus Christi, día de la
Caridad, el Señor nos llama a descubrirle y a encontrarnos con su imagen en
todos los hombres y mujeres, sirviéndole en cada uno de ellos, de modo
especial, y con inmensa misericordia y compasión, en los más pobres, frágiles y
necesitados.
REZAMOS JUNTOS
Alma de Cristo, santifícame.
Cuerpo de Cristo, sálvame.
Sangre de Cristo, embriágame.
Agua del costado de Cristo, lávame.
Pasión de Cristo, confórtame.
¡Oh, buen Jesús!, óyeme.
Dentro de tus llagas, escóndeme.
No permitas que me aparte de Ti.
Del maligno enemigo, defiéndeme
En la hora de mi muerte, llámame.
Y mándame ir a Ti.
Para que con tus santos te alabe.
Por los siglos de los siglos.
Amén
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