MIÉRCOLES DE CENIZA.
NOS SALUDAMOS
¡Buenos días! Comenzamos este día con un momento de serenidad para mirarnos por dentro y poner lo que vamos a vivir en manos de Dios.
NOS SERENAMOS
- Siéntate cómodamente, con la espalda recta pero relajada. Cierra los ojos o fija la mirada en un punto. Respira profundamente... Inhala por la nariz contando hasta cuatro... retén un momento... y exhala suavemente por la boca.
- Siente cómo tu cuerpo se apoya en la silla o en el suelo. Relaja los hombros, suelta la mandíbula, deja que las manos descansen.
- Imagina un suave raya de luz que entra en tu corazón... Es cálido, tranquilo, lleno de amor. Poco a poco, esa luz se expande, llenando todo su ser de paz.
- Mientras respiras, siente la presencia de DIos que te acompaña en este nuevo día. En silencio, repite en tu interior: Señor, aquí estoy, camina conmigo hoy.
- Respira hondo una vez más... mueve suavemente los dedos de las manos y los pies... y, cuando estés listo, abre los ojos.
Así, como estás ahora, Dios te quiere y te habla... Por eso, comenzamos
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. En el nom del Pare i del Fil i de l'Esperit Sant. Amén. No nome do Pais e do Fillo e do Espírito Santo. Amén. In the name of the Father and of the Son and of the Holy Spirit. Amen. Au Nom du Père et du Fils et du Saint-Esprit. Amen
HOY JESÚS NOS DICE
"Ora a tu Padre que, que está en lo secreto, y tu Padre, que ve en lo secreto, te lo recompensará"
San Mateo 6, 6
OBSERVAMOS
REFLEXIONAMOS
Hoy, al recibir la ceniza en nuestra frente, iniciamos un tiempo especial de Cuaresma. Las cenizas nos recuerdan que somos humanos, frágiles, pero también llamados a la conversión, a un cambio de corazón.
La Cuaresma no es solo un tiempo para renunciar a algo como el chocolate o las redes sociales, sino más bien una llamado a cambiar nuestra manera de vivir, de pensar y de actuar. La conversión no es solo un cambio exterior, sino sobre todo interior, en nuestro corazón. Este es el tiempo perfecto para reflexionar sobre nuestras actitudes, errores y hábitos que nos alejan de Dios y de los demás.
La oración es una de las formas más poderosas para vivir esa conversión. No se trata de encontrar las palabras perfectas, sino de abrirle nuestro corazón.
REZAMOS JUNTOS
HOY SE NOS PROPONE...
NOS DESPEDIMOS
Madre Divina Pastora, ruega por nosotros. Mare Divina Pastora, prega per nosaltres. Nai Divina Pastora,En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. En el nom del Pare i del Fill i de l'Esperit Sant. Amén. No nome do Pai e do Fillo e do Espírito Santo. Amén. In the name of the Father and of the Son and of the Holy Spirit. Amen. Au Nom du Père et du Fils et du Saint Esprit. Amen
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