NOS SALUDAMOS
¡Buenos días! Comenzamos este día con un momento de serenidad para mirarnos por dentro y poner lo que vamos a vivir en manos de Dios.
NOS SERENAMOS
Siéntate cómodamente, con la espalda recta pero relajada. Cierra los ojos o fija la mirada en un punto. Respira profundamente… Inhala por la nariz contando hasta cuatro… retén un momento… y exhala suavemente por la boca.
Siente cómo tu cuerpo se apoya en la silla o en el suelo. Relaja los hombros, suelta la mandíbula, deja que las manos descansen.
Imagina un suave rayo de luz que entra en tu corazón… Es cálido, tranquilo, lleno de amor. Poco a poco, esa luz se expande, llenando todo tu ser de paz.
Mientras respiras, siente la presencia de Dios que te acompaña en este nuevo día. En silencio, repite en tu interior: Señor, aquí estoy, camina conmigo hoy.
Respira hondo una vez más… Mueve suavemente los dedos de las manos y los pies… y, cuando estés listo, abre los ojos. Que este momento de paz nos ayude a comenzar el día con serenidad.
Así, como estás ahora, Dios te quiere y te habla... Por eso, comenzamos
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. En el nom del Pare i del Fil i de l'Esperit Sant. Amén. No nome do Pais e do Fillo e do Espírito Santo. Amén. In the name of the Father and of the Son and of the Holy Spirit. Amen. Au Nom du Père et du Fils et du Saint-Esprit. Amen
HOY JESÚS NOS DICE:
«En verdad, en verdad os digo: antes de que Abrahán existiera, yo soy». (Jn 8,58)
ESCUCHAMOS: (del minuto 0 a al 2:04)
REFLEXIONAMOS:
Durante la Cuaresma y especialmente en Semana Santa, recordamos el amor más grande que existe: el amor de Dios, un amor que no se cansa, que no se rinde… un amor que te mira y te escucha siempre.
La canción dice:
"Si por un segundo vieras cómo te miro…"
¿Te imaginas cómo sería eso?
Imagina que pudieras ver con los ojos de Dios por un instante. El nos mira con cariño, y conoce nuestras virtudes y defectos, nuestros momentos buenos y también con los días en que no sabemos qué decir, en los que sentimos que nadie nos entiende... incluso en esos momentos, Dios nos mira con ternura.
"Si por un segundo vieras cómo te escucho…",
nos recuerda algo muy poderoso:
Dios escucha incluso nuestros silencios. No hace falta saber rezar perfecto ni tener siempre palabras bonitas. Basta con abrir el corazón. Cuando estás triste, cuando te alegras, cuando estás en silencio o cuando no sabes cómo hablarle, Él ya está escuchándote.
Él está contigo.
En casa, en el cole, cuando juegas, cuando dudas, cuando sufres, cuando sonríes… siempre.
Y si por un segundo vieras cómo te mira y cómo te escucha… te darías cuenta de que nunca estás solo.
REZAMOS JUNTOS:
Amén.
NOS DESPEDIMOS.
Madre Divina Pastora, ruega por nosotros. Mare Divina Pastora, prega per nosaltres. Nai Divina Pastora, roga por nós. Mother Divine Shepherdess, pray for us. Mère Divine Bergère, priez pour nous.
San José de Calasanz, San Faustino Míguez y beata Victoria Valverde, rogad por nosotros. Sant Josep de Calasanz, San Faustino Míguez i beata Victòria Valverde, pregueu per nosaltres. San Xosé de Calasanz, San Faustino Míguez e beata Victoria Valverde, rogade por nós. Saint Joseph Calasanz, Saint Faustino Míguez and Blessed Victoria Valverde, pray for us. Saint Joseph de Calasanz, Saint Faustino Míguez et Bénis Victoria, priez pour nous.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. En el nom del Pare i del Fill i de l'Esperit Sant. Amén. No nome do Pai e do Fillo e do Espírito Santo. Amén. In the name of the Father and of the Son and of the Holy Spirit. Amen. Au Nom du Père et du Fils et du Saint Esprit. Amen
Comentarios
Publicar un comentario