NOS SALUDAMOS
¡Hola a todos! Abre los ojos a todo lo bonito que en el día de hoy se te va a regalar.
NOS SERENAMOS
Antes de comenzar el trabajo del día, para por unos minutos, para serenarte y ofrecer tu tiempo a Jesús. Comienza relajándote y tomando conciencia de ti mismo/a:
- Ponte derecho/a en tu silla, coloca tu espalda recta, y tus pies firmes en el suelo. Trata de estar lo más cómodo/a posible.
- Tus brazos están relajados también, colocados sobre tus rodillas o sobre tu mesa. No hay tensión en tu cuerpo.
- Cierra los ojos, deja a un lado todo lo que traes en tu cabeza y en tu corazón, y céntrate únicamente en tu respiración.
- Haz tres respiraciones profundas, llena tus pulmones con todo el aire que puedas, retenlo unos segundos y expúlsalo despacio por la boca.
- Retoma tu respiración habitual, y disponte a encontrarte con el Señor en la oración.
NOS PREPARAMOS PARA LA ORACIÓN
Comenzamos haciendo despacio la señal de la cruz:
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
En el nom del Pare i del Fill i de l’Esperit Sant. Amén.
No nome do Pai e do Fillo e do Espírito Santo. Amén.
In the name of the Father and of the Son and of the Holy Spirit. Amen.
Au Nom du Pére et du Fils et du Saint-Esprit. Amen.
JESÚS NOS DICE
"¡Aleluya! Porque bueno es cantar alabanzas a nuestro Dios, porque agradable y apropiada es la alabanza."
Salmos 147:1
CONTEMPLAMOS
REFLEXIONAMOS
El significado de Aleluya es mucho más profundo que solo una palabra de adoración. Es una invitación a reconocer la grandeza de Dios y a vivir en su presencia. Es una llamada a adorarlo con todo nuestro ser y a permitir que su amor y su gracia transformen nuestras vidas.
Debemos aprender a utilizar el Aleluya en nuestra vida diaria como una forma de expresar nuestra gratitud y adoración a Dios. Debemos recordar que es una expresión de amor y de reconocimiento a la grandeza de nuestro Señor y Salvador.
Piensa por un momento: ¿Qué cosas de tu día a día te harían decir ¡Aleluya!?
REZAMOS JUNTOS
Consagración a la Divina Pastora
Divina Pastora, Madre mía,
yo hija/o tuya/o me ofrezco a ti
y te consagro para siempre
todo lo que me queda de vida.
Mi cuerpo con todas sus miserias,
mi alma con todas sus flaquezas,
mi corazón con todos sus afectos y deseos.
Todas mis oraciones, trabajos, amores,
sufrimientos y combates;
en especial mi muerte con todo lo que le acompañe,
mis últimos dolores y mi última agonía.
Madre, acuérdate de esta/e tu hija/o
y de la consagración que te hace.
Y si yo, vencida/o por el desaliento y la tristeza,
llegara alguna vez a olvidarme de ti,
te pido por el amor que tienes a Jesús
me protejas como hija/o tuya/o
hasta que esté contigo en el cielo.
Amén.
NOS DESPEDIMOS
Madre Divina Pastora, ruega por nosotros. Mare Divina Pastora, prega per nosaltres. Nai Divina Pastora, roga por nós. Mother Divine Shepherdess, pray o rus. Mère Divine Bergère, priez pour nous.
San José de Calasanz, san Faustino Míguez y beata Victoria Valverde, rogad por nosotros. Sant Josep de Calasanz, san Faustino Míguez i beata Victoria Valverde, pregueu per nosaltres. San Xosé de Calasanz, san Faustino Míguez e beata Victoria Valverde, rogade por nós. Saint Joseph Calasanz, Saint Faustino Míguez and Blessed Victoria, pray o rus. Saint Joseph de Calasanz, Saint Faustino Míguez et Bénis Victoria, priez pour nous.
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