NOS SALUDAMOS
¡Buenos días! Comenzamos nuestro viernes poniendo nuestras vidas en manos de Dios y pidiéndole que nos ayude a confiar en Él.NOS SERENAMOS
- Para empezar este día, renovando nuestro espíritu, vamos a crear un espacio interior de paz.
- Para ello, nos ponemos cómodos; cierra los ojos y siente cómo tu cuerpo se relaja.
- Imagina que estás en un lugar tranquilo y sereno.
- Realiza tres respiraciones profundas y siente cómo la tensión se disipa.
- Con tu mente en calma, abre tu corazón a la presencia de Dios.
HOY JESÚS NOS DICE...
«Dejad que los niños se acerquen a mí.»
ESCUCHAMOS
Le traían niños para que los tocara, y los discípulos los reprendían. Jesús, al verlo, se enfadó y dijo: Dejad que los niños se acerquen a mí; no se lo impidáis, porque el reino de Dios pertenece a los que son como ellos. Os aseguro, el que no reciba el reino de Dios como un niño, no entrará en él. Y los acariciaba y bendecía imponiendo las manos sobre ellos.Lectura del santo evangelio según san Marcos
Palabra del Señor
PENSAMOS
Jesús, al ver que sus discípulos intentaban alejar a los niños, se enfada y les recuerda algo esencial: el Reino de Dios pertenece a quienes tienen un corazón puro y sincero, como el de los niños. Esta actitud de los niños es un símbolo de humildad, confianza y apertura a lo que Dios ofrece.
A medida que crecemos, muchas veces nos dejamos llevar por el orgullo, el miedo o la inseguridad, y eso puede alejarnos de la confianza en Dios y de la humildad que necesitamos para estar abiertos a su amor y a su plan para nosotros.
Jesús nos invita a acercarnos a Él con la misma disposición con la que los niños lo hacían: sin reservas, con un corazón abierto, buscando su cercanía y su amor. No se trata de dejar de crecer o madurar, sino de no perder esa capacidad de confiar y ser sinceros, tanto con nosotros mismos como con Dios.
- ¿Qué es lo que te impide abrir tu corazón a Jesús sin reservas?
- ¿Por qué tienes miedo a confiar en Él?
En un momento de silencio, pídele a Jesús que te ayude.
Jesús, al ver que sus discípulos intentaban alejar a los niños, se enfada y les recuerda algo esencial: el Reino de Dios pertenece a quienes tienen un corazón puro y sincero, como el de los niños. Esta actitud de los niños es un símbolo de humildad, confianza y apertura a lo que Dios ofrece.
A medida que crecemos, muchas veces nos dejamos llevar por el orgullo, el miedo o la inseguridad, y eso puede alejarnos de la confianza en Dios y de la humildad que necesitamos para estar abiertos a su amor y a su plan para nosotros.
Jesús nos invita a acercarnos a Él con la misma disposición con la que los niños lo hacían: sin reservas, con un corazón abierto, buscando su cercanía y su amor. No se trata de dejar de crecer o madurar, sino de no perder esa capacidad de confiar y ser sinceros, tanto con nosotros mismos como con Dios.
- ¿Qué es lo que te impide abrir tu corazón a Jesús sin reservas?
- ¿Por qué tienes miedo a confiar en Él?
En un momento de silencio, pídele a Jesús que te ayude.
REZAMOS JUNTOS
María, la Divina Pastora, nos puede ayudar a mantener la sencillez de los niños en nuestra vida, a confiar plenamente en Jesús. Nos ponemos bajo su intercesión rezando:Divina Pastora, Madre mía,
yo hija/o tuya/o me ofrezco a ti
y te consagro para siempre
todo lo que me queda de vida.
Mi cuerpo con todas sus miserias,
mi alma con todas sus flaquezas,
mi corazón con todos sus afectos y deseos.
Todas mis oraciones, trabajos, amores,
sufrimientos y combates;
en especial mi muerte con todo lo que le acompañe,
mis últimos dolores y mi última agonía.
Madre, acuérdate de esta/e tu hija/o
y de la consagración que te hace.
Y si yo, vencida/o por el desaliento y la tristeza,
llegara alguna vez a olvidarme de ti,
te pido por el amor que tienes a Jesús
me protejas como hija/o tuya/o
hasta que esté contigo en el cielo.
Amén.
NOS DESPEDIMOS
- Madre Divina Pastora, ruega por nosotros. Mare Divina Pastora, prega per nosaltres. Nai Divina Pastora, roga por nós. Mother Divine Shepherdess, pray for us. Mère Divine Bergère, priez pour nous.
- San José de Calasanz, san Faustino Míguez y beata Victoria Valverde, rogad por nosotros. Sant Josep de Calasanz, san Faustino Míguez i beata Victòria Valverde, pregueu per nosaltres. San Xosé de Calasanz, san Faustino Míguez e beata Victoria Valverde, rogade por nós. Saint Joseph Calasanz, Saint Faustino Míguez and Blessed Victoria, pray for us. Saint Joseph de Calasanz, Saint Faustino Míguez et Bénis Victoria, priez pour nous.
- En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. En el nom del Pare i del Fill i de l'EsperitSant. Amén. No nome do Pai e do Fillo e do Espírito Santo. Amén. In the name of the Father and of the Son and of the Holy Spirit. Amen. Au Nom du Pére et du Fils et du Saint-Esprit. Amen.
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