Hoy VIERNES...rezamos con el EVANGELIO DEL DOMINGO

21 FEBRERO 2025



NOS SALUDAMOS

¡Buenos días! Comenzamos este día con un momento de serenidad para mirarnos por dentro y poner lo que vamos a vivir en manos de Dios.

NOS SERENAMOS

  • Apoya los pies en el suelo y la espalda en el respaldo de la silla. Si te ayuda, puedes cerrar los ojos; si no, baja la mirada hacia abajo, para no distraerte.
  • Te invito ahora a realizar tres respiraciones profundas... Inspira (4 segundos), mantén el aire (7 segundos) y exhala (8 segundos) ... Así, hasta tres veces.
  • Ahora, mientras mantienes este ritmo de respiración, vamos a chequear cómo estás hoy, al inicio del día...
  • Recorre tu cuerpo: percibe si te duele algo, si estás relajado, si tienes algún tirón, o te pica la pierna...
  • Ahora observa cómo estás a nivel emocional: alegre, triste, curioso... Y pregúntate si quieres mantener esa sensación durante este día o si prefieres modificarlo.

Así, como estás ahora, Dios te quiere y te habla... Por eso, comenzamos 

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. En el nom del Pare i del Fil i de l'Esperit Sant. Amén. No nome do Pais e do Fillo e do Espírito Santo. Amén. In the name of the Father and of the Son and of the Holy Spirit. Amen. Au Nom du Père et du Fils et du Saint-Esprit. Amen


HOY JESÚS NOS DICE




Lectura del Santo Evangelio según San Lucas 6, 27-38


En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:

«A vosotros los que me escucháis os digo: amad a vuestros enemigos, haced el bien a los que os odian, bendecid a los que os maldicen, orad por los que os calumnian.

Al que te pegue en una mejilla, preséntale la otra; al que te quite la capa, no le impidas que tome también la túnica. A quien te pide, dale; al que se lleve lo tuyo, no se lo reclames.

Tratad a los demás como queréis que ellos os traten. Pues, si amáis sólo a los que os aman, ¿qué mérito tenéis? También los pecadores aman a los que los aman. Y si hacéis bien sólo a los que os hacen bien, ¿qué mérito tenéis? También los pecadores hacen lo mismo.

Y si prestáis a aquellos de los que esperáis cobrar, ¿qué mérito tenéis? También los pecadores prestan a otros pecadores, con intención de cobrárselo.

Por el contrario, amad a vuestros enemigos, haced el bien y prestad sin esperar nada; será grande vuestra recompensa y seréis hijos del Altísimo, porque él es bueno con los malvados y desagradecidos.

Sed misericordiosos como vuestro Padre es misericordioso; no juzguéis, y no seréis juzgados; no condenéis, y no seréis condenados; perdonad, y seréis perdonados; dad, y se os dará: os verterán una medida generosa, colmada, remecida, rebosante, pues con la medida que midiereis se os medirá a vosotros".

Palabra de Dios

REFLEXIONAMOS


La exhortación a amar a nuestros enemigos es una de las enseñanzas más difíciles del cristianismo. Este amor radical implica un compromiso de actuar con bondad y compasión, incluso hacia aquellos que nos hacen daño. En un mundo donde la venganza y el resentimiento son respuestas comunes, Jesús nos llama a romper ese ciclo y a responder con amor.

Además, Jesús nos instruye a dar sin esperar nada a cambio. Nos recuerda que nuestras acciones deben estar motivadas por el amor y la compasión, no por el deseo de recibir reconocimiento o recompensa. Al practicar la generosidad, no solo beneficiamos a los demás, sino que también cultivamos un corazón más abierto y receptivo.

La enseñanza de no juzgar a los demás y de ser misericordiosos refleja la importancia de la humildad y la empatía en nuestras relaciones. Al reconocer nuestras propias imperfecciones, somos llamados a tratar a los demás con gracia y comprensión. 

Finalmente, el pasaje concluye con la promesa de que, al practicar estos principios, seremos tratados con la misma medida que usamos. Esto nos recuerda que nuestras acciones tienen consecuencias y que el amor y la misericordia que ofrecemos a los demás también regresarán a nosotros.

Al seguir el ejemplo de Cristo, podemos contribuir a la construcción de un mundo más justo y compasivo, donde el amor y la misericordia sean la norma.

REZAMOS JUNTOS

A continuación, rezamos juntos la Consagración a la Divina Pastora:

Divina Pastora, Madre mía, 

yo hija/o tuya/o me ofrezco a ti 

y te consagro para siempre 

todo lo que me queda de vida. 

Mi cuerpo con todas sus miserias, 

mi alma con todas sus flaquezas, 

mi corazón con todos sus afectos y deseos. 

Todas mis oraciones, trabajos, amores, 

sufrimientos y combates; 

en especial mi muerte con todo lo que le acompañe, 

mis últimos dolores y mi última agonía. 

Madre, acuérdate de esta/e tu hija/o 

y de la consagración que te hace. 

Y si yo, vencida/o por el desaliento y la tristeza, 

llegara alguna vez a olvidarme de ti, 

te pido por el amor que tienes a Jesús 

me protejas como hija/o tuya/o 

hasta que esté contigo en el cielo. 

Amén.

NOS DESPEDIMOS

Madre Divina Pastora, ruega por nosotros. Mare Divina Pastora, prega per nosaltres. Nai Divina Pastora, roga por nós. Mother Divine Shepherdess, pray for us. Mère Divine Bergère, priez pour nous.
San José de Calasanz, San Faustino Míguez y beata Victoria Valverde, rogad por nosotros. Sant Josep de Calasanz, San Faustino Míguez i beata Victòria Valverde, pregueu per nosaltres. San Xosé de Calasanz, San Faustino Míguez e beata Victoria Valverde, rogade por nós. Saint Joseph Calasanz, Saint Faustino Míguez and Blessed Victoria Valverde, pray for us. Saint Joseph de Calasanz, Saint Faustino Míguez et Bénis Victoria, priez pour nous.

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. En el nom del Pare i del Fill i de l'Esperit Sant. Amén. No nome do Pai e do Fillo e do Espírito Santo. Amén. In the name of the Father and of the Son and of the Holy Spirit. Amen. Au Nom du Père et du Fils et du Saint Esprit. Amen

Comentarios